Tener que acudir a las fuentes públicas para cargar el agua potable con la que cocinar y beber, lavar la ropa en la actual plaza de los Lavaderos o en el Duero era la realidad de las personas que vivieron en nuestro municipio. En época de lluvias era habitual que todo estuviera embarrado, y se mezclaran las aguas negras de las casas y los animales. Había un médico, que acudía a las casas si se le solicitaba y las muelas se extraían en el barbero.
Con la llegada de las “casas nuevas”, comienza el periodo de urbanización. Sumideros, agua potable en las casas, alcantarillado y muy recientemente, la depuradora. Se crean nuevos espacios de salud, como los centros para la tercera edad, el ambulatorio o las asociaciones de enfermos y familiares.
A pesar de la mejora de las infraestructuras, la población de Laguna se enfrenta a nuevas problemáticas de salud pública: El envejecimiento poblacional, el sedentarismo propiciado por los actuales trabajos o el consumo de drogas.
Algunas de las futuras iniciativas que podrían mejorar el bienestar de los habitantes de Laguna podrían ser:
- Facilitar redes de apoyo a personas vulnerables, enfermos y ancianos en soledad.
- Seguir promocionando la actividad física en todas las franjas de edad.
- Visibilizar los problemas de salud mental y ludopatía.
- Crear un mapa de ruido o monitorizar los focos de contaminación atmosférica.
Por otro lado, es necesario que se reflexione como sociedad sobre las ofertas de ocio con las que cuentan los jóvenes del pueblo y cómo tratar de mejorar la situación actual, aún muy vinculada al consumo de alcohol, tabaco y otras drogas.
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