Durante casi toda la vida, el pueblo fue una laguna enorme llena de espadañas y animales acuáticos, que llegaba a inundar hasta la carretera Madrid, congelada en invierno, medio seca en verano.. Campos de cultivo, regados gracias al canal, huertas y ganado se extendían entre las casas y los alrededores del pueblo. El río Duero, a su paso, completa el nombre del municipio. Los pinares eran otra parte fundamental del entorno.
El comienzo de la urbanización en Laguna y su crecimiento hicieron que se redujera a la mínima expresión la laguna, las huertas y campos de cultivo. También se produjo una gran deforestación del pintar con la construcción de urbanizaciones privadas. La necesidad de encontrar nuevos espacios verdes hizo que se creasen plazas , se ajardinara la laguna y se acondicionaran los Valles y la acequia.
Hoy día, la mayor concienciación ambiental haría imposible muchas de las intervenciones que se realizaron en los espacios naturales de Laguna de Duero. Pero aún es más importante tener en cuenta que siguen existiendo entornos locales con una gran biodiversidad. Tomar conciencia y conservarlos es una exigencia presente.
Algunos de los escenarios que se podrían imaginar para encaminar a nuestro pueblo hacia un mayor respeto y disfrute de sus entornos podrían ser los siguientes:
- Fomentar las iniciativas verdes de los vecinos, asociaciones o empresas por medio de la creación de un premio local
- La creación de un centro de interpretación de la naturaleza de Laguna de Duero
- Exigir la sostenibilidad de los futuros planes urbanísticos
- Mejorar el tratamiento de los residuos y fomentar el compostaje comunitario
- Incentivar las plantaciones autóctonas en terrenos degradados
- Desarrollar alianzas con propietarios de terrenos para evitar la parcelación del pinar y mejorar su gestión.